Un día, cuando fui a un salón de belleza para hombres para cambiar de ritmo, ¡la novia de mi mejor amigo, Honoka, era mi terapeuta! Se ve limpia y ordenada, pero tiene buenas habilidades para masajear. Por supuesto, el sentimiento es el mejor, pero el sentimiento inmoral de traicionar a un amigo cercano nos levanta extrañamente el ánimo a ambos... Me voltearé una y otra vez con las pajas y mamadas que me pedí. La experiencia fue inolvidable y volveré a visitar la tienda. La relación entre nosotros, que compartíamos secretos tras un sexo prohibido y extremadamente erótico, avanzaba a una velocidad vertiginosa. SEXO serio con ella, no sabe si la engaña o no con sus constantes apretones y masajes en la vagina de su mejor amiga.
